HOMENAJE A LAS HERMANAS MIRABAL, ANTONIA Y A TODAS LAS MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO

HISTÓRICAS

Por Camila Cruz @crossagrossa

Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte

– Minerva Mirabal

Cada 25 de noviembre, las mujeres nos juntamos con motivo del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, declarado por la ONU en honor a las hermanas dominicanas que en 1960 fueron asesinadas por el régimen dictatorial del presidente Rafael Leónidas Trujillo.

A Minerva, Patria y María Teresa, las hermanas Mirabal, las llamaban “Las Mariposas”. Ellas eran tres mujeres nacidas en la provincia dominicana de Salcedo, de familia acomodada, carreras universitarias, casadas y con hijos. Para el año de su muerte, ellas ya llevaban a cuestas diez años de resistencia política y organización.

Durante esos años fueron violadas, torturadas y encarceladas en varias ocasiones, a pesar de esto, lucharon incansablemente contra la dictadura.

Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió elaborar una emboscada y montaje para asesinarlas. No se esperaba que, contrario a silenciar la resistencia, lo que produjo la muerte de estas tres hermanas fue una profunda conmoción e indignación, reacción contribuyó a despertar conciencia en la gente, y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.

Una cuarta hermana Mirabal, Dedé, en su lucha por justicia y verdad cuenta que «había unos policías y yo les agarraba y les decía: convénzase que no fue un accidente, que las asesinaron”.  Lamentablemente, tener que luchar para que nos crean, sigue siendo una pelea cotidiana.

Ese mismo sentimiento tenemos cuando seguimos el juicio contra el agresor de Antonia, un femicida que en pleno siglo XXI cuenta con todos los beneficios que le da la justicia patriarcal. El grito de esta cuarta hermana no es tan lejano al de nosotras cuando apuntamos y decimos “El violador eres tú”.

Triste y desgarrador suena este clamor, porque seguimos  preocupación de que nos maten: “avísame que llegaste bien” o “si mañana no vuelvo, destrúyelo todo” resuenan en nuestra memoria colectiva. Los relatos de violencia política, callejera, intrafamiliar, de estado, los conteos de femicidios, la alza de violencia en pandemia y una justicia que solo sabe favorecer al patriarcado, son pan de cada día y las ganas de justicia nunca cesan. Es nuestra indignación histórica, representada en las mariposas, en el #NiUnaMenos y en él justicia para Antonia.  La fuerza de Minerva, Patria y María Teresa se hará sentir cada 25 de noviembre y cada día del año nos organicemos, las recordemos y digamos: No estamos todas, nos faltan las asesinadas.